Todos discutían, voceando al mismo tiempo, hasta que el nuevo propietario entró por el portal.
-La noche es espléndida, ¿no creen?
Los vecinos le observaban callados y atentos, hipnotizados por su dentadura y sonrisa perfectas. Ajenos a las gafas de sol que cubrían su mirada. Ignorantes del espejo que no devolvía su imagen.
-La noche es espléndida, ¿no creen?
Los vecinos le observaban callados y atentos, hipnotizados por su dentadura y sonrisa perfectas. Ajenos a las gafas de sol que cubrían su mirada. Ignorantes del espejo que no devolvía su imagen.
Ya venía a sacarles la sangre.
ResponderEliminarUn abrazo
Son complicadas las juntas, pero esta seguro que es distinta!!
ResponderEliminarb7s
L;)
Teneis razón, sería un buen método de acabar con las reuniones tediosas de vecinos.
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