Hay lugares que olvida la Historia
pero los recuerda la vida.
Las ruinas recorren el horizonte
atardecer de visitantes trazando siluetas,
desatando almas, cómplices del viento
vidas ajenas a la eternidad fugitiva
de castillos y villas que temen
la llegada de un nuevo día,
del año siguiente,
y otra década de erosión,
de tiempo y justicia.
Foto: Alfonso Jáudenes
pero los recuerda la vida.
Las ruinas recorren el horizonte
atardecer de visitantes trazando siluetas,
desatando almas, cómplices del viento
vidas ajenas a la eternidad fugitiva
de castillos y villas que temen
la llegada de un nuevo día,
del año siguiente,
y otra década de erosión,
de tiempo y justicia.
Precioso, Pablo el comentario y la foto.
ResponderEliminarNo dejes de escribir ni de soñar.
Un abrazo
L.
Muchas gracias a quien seas. Y sigo, sí pienso seguir.
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