Guille
y Fer se turnaban con el pulgar hacia arriba, tostados sobre el arcén. Los
amigos daban por perdida la oportunidad de regresar a casa cómodamente, gracias
a un alma caritativa que se molestara en recogerlos.
Para
el pasmo de ambos, un coche paró a unos cien metros. Los dos salieron corriendo
hasta el automóvil. Fer llegó el primero y montó rápido, seguido por Guille que
trataba de hacerse un parasol con la palma de su mano, sin conseguir ocultar la
luz cegadora que le impedía ver la marca, modelo e incluso el color y demás
detalles. El coche arrancó sin darle tiempo a alcanzarlo y se perdió veloz en
el horizonte.
Pasó
el verano, el año e incluso el siglo veinte, y nunca se supo nada más de Fer,
desaparecido aquella fatídica tarde.
Desde
entonces Guille siempre ha recogido a cualquier viajero que encuentre haciendo
autoestop durante sus viajes. Aunque Fer se resista y el sol deslumbre.
Pablo Vázquez
Microrrelato seleccionado junto a otros 199 en el libro del certamen
ON THE ROAD, publicado por Artgerust.
Más información en los enlaces.
Y para leer otros microrrelatos del certamen.
¡Buen micro, Pablo, sin duda! No me sorprende que lo hayan seleccionado para la publicación.
ResponderEliminarMe gusta como nos presentas la historia que nos regalas para que la completemos.
¡Enhorabuena!
Un abrazo.
Hola Pedro.
ResponderEliminarLa verdad que me da un subidón cada vez que leo que te gusta un micro, porque para mí tú eres más referencia en este tema que yo.
Por cierto que incluso a este de RESOL le he visto ya una repetición incluso (dos veces "desde") así que la corrijo.
Un abrazo.
Buen micro, bien contado y además muy visual. El final abierto a multiples interpretaciones, el lector decide en este relato fantástico.
ResponderEliminarBesitos
Micro de terror, que da miedo. De todo pudo ocurrir. Dejas angustia en el lector. Venga, nos leemos.
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