Esa noche la tropa cenó compota, todo el grupo. Empezaron con el postre
por pura superstición, para poder terminarlo ante la amenaza que se avecinaba.
Desgraciadamente, los malos augurios se cumplieron, al desaparecer, uno por uno
los soldados, atraídos por un enemigo -voraz e invencible- que los arrastraba
al fondo de la caverna. Yo pude escapar y dejo constancia de los hechos, antes
de que me alcance. Firmado: sargento…
-El general interrumpió la lectura del mensaje que había extraído de la
valija. Miró la gruta en penumbra al escuchar un gruñido y unas pisadas que se
acercaban corriendo hacia él-.
Pablo Vázquez Pérez
Presentado la semana anterior a los Relatos en Cadena de la Ser y Escuela de escritores. La verdad que los micros que eligieron eran muy buenos. Se pueden leer en este enlace. Quizás podría haber buscado un t´titulo mejor, pero no se me ocurrió otro. La frase de comienzo exigida era hasta "compota".
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