LLEGARON LAS REBAJAS, ASÍ QUE VOY A RECUPERAR ARTÍCULOS, RESEÑAS Y TEXTOS SOBRE CINE, LITERATURA Y COSAS MÁS IMPORTANTES.
La crítica de Argo se publicó anteriormente en EL RINCÓN DEL CINE, pulsad y allí lo podréis leer también. Título: Argo País: Estados Unidos Productoras: Warner Bros. Pictures, GK Films, Smoke House Estreno en USA: 12/10/2012 Estreno en España: 26/10/2012 Dirección: Ben Afleck Guión: Chris Terrio (basado en el libro de Tony Mendez y un artículo de Joshuah Beerman) Reparto: Ben Afleck, Bryan Cranston, John Goodman, Alan Arkin, , Taylor Schilling, Kyle Chandler, Victor Garber, Michael Cassidy, Clea DuVall, Rory Cochrane, Scoot McNairy, Christopher Denham, Kerry Bishé, Tate Donovan, Chris Messina, Adrienne Barbeau, Tom Lenk, Titus Welliver, Zeljko Ivanek, Bob Gunton, Michael Parks
Argumento: Año
1979. Durante la crisis diplomática de Irán con USA, seis diplomáticos
estadounidenses consiguen escapar y son refugiados en la embajada canadiense de
Teherán. Tony Mendez, un negociador de la CIA, es el encargado de intentar rescatarlos por
medio de una misión encubierta.
Argo comienza después después de una introducción explicativa de la escalada de tensión en Oriente medio en el año 1979, apoyada por carteles explicativos y rematada por la aclaración legendaria que antecede a muchas películas: "Basada en hechos reales". Una vez leído el cartel, lo demás es cine.
La historia que cuenta Argo es
como la de los buenos documentales o reportajes, relatada con un ritmo
creciente y una dosificación de la información, una secuencia tras otra. Pero
la elección de Chris Terrio (el guionista) junto con Affleck es mostrar una
película de aventuras y suspense, con cierta carga seria, que remite al cine de
"política ficción" norteamericano de los años sesenta y setenta.
Partiendo de un suceso del que
podemos conocer su resolución real, Argo consigue mantener la atención con un
inicio ejemplar, al mostrar el asedio, ejecutado por los iraníes, a la embajada
de EE.UU. en Teherán, una secuencia que dura unos veinte minutos y acopla con eficiencia
el material documental con el cinematográfico, situándonos como espectadores en
el momento y lugar de los hechos. De esta manera Affleck consigue que
empaticemos con varios personajes cuyas vidas peligran y otros, que mueven los
hilos desde USA, en una operación desesperada para salvarlos.
Ben Affleck se hace cargo del
protagonista, pero dejando libertad creativa y planos en escena, para el
lucimiento de un buen elenco de actores secundarios. Destacan sobre todo su
jefe en la CIA,
encarnado por Bryan Cranston. Así como los cineastas que interpretan John
Goodman y Alan Arkin. Y por supuesto los rehenes estadounidenses, los
diplomáticos canadienses. Y los militares y civiles iraníes hostiles, todos ellos
papeles desarrollados por buenos intérpretes. El director, consciente de su
limitada capacidad dramática, recrea un personaje más observador que resolutivo
en la acción. Más próximo al público que al motor de la historia.
El resultado es una película
apasionante y entretenida, capaz de mantenernos en vilo ante la pantalla
durante dos horas. Por la forma de alternar realidad y ficción recuerda al
largometraje Trece días, otro ejemplo de cómo mantener la
intriga con unos hechos de sobra conocidos.
Argo se ha llevado los oscars a
la mejor película, guión adaptado y montaje, quedando demostrada su capacidad
narrativa. Quizás se echa en falta una visión más incisiva hacia el gobierno
intervencionista e interesado estadounidense en los conflictos internacionales,
siempre que el motivo de intervención sea en su beneficio (fuentes energéticas
o países estratégicos...) O sobre los métodos ilegales de la CIA, a la que no se cuestiona
por emplearlos. Sin embargo queda claro que es un largometraje de
entretenimiento, no de denuncia. En esta falta de garra se diferencia
claramente a otros directores que dirigieron con maestría películas enmarcadas
en conflictos internacionales o también basadas en hechos reales (Sidney Lumet,
John Frankenheimer, por citar dos ejemplos) También hay que sumar ciertas ideas
que se ven torpemente en la cinta como es la soledad y quizás el alcoholismo
del personaje que compone Affleck, algo plano en su registro. Cualquier mirada
de cualquiera de los otros actores del reparto dice más sobre sus personajes
que varias acciones o diálogos del director sobre Tony Méndez, el papel que
lleva a cabo.
Para su tercera película como
director, Ben Affleck no ha elegido una novela como material de base, al igual
que en Adiós pequeña, adiós. O The
town (Ciudad de ladrones) En Argo ha escogido un material biográfico y periodístico
acerca de los protagonistas secretos de este conflicto, ya que la operación que
narra el premiado largometraje, estuvo clasificada durante más de dos décadas.
Y también ha escogido la opción de ocultar a personajes decisivos en la acción
que narra como pueden ser el presidente Jimmy Carter o el ayatolá Jomeini,
decisión acertada para no desviar nuestra atención hacia composiciones
forzadas, que seguramente nos distraerían del pulso absorbente y acertado que
consigue Argo.
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